El acompañamiento psicosocial consiste en ofrecer herramientas y orientaciones en temas que favorecen el fortalecimiento de habilidades socioemocionales y para la vida; las cuales implica reconocer a un sujeto desde su entorno personal, familiar social y laboral. De acuerdo con Beristain:
Los procesos de acompañamiento psicosocial buscan potenciar redes de apoyo, cohesión de comunidades en ruptura, disminución de impactos sobre la salud mental y emocional del sujeto, familia, grupo o comunidad, legitimar al sujeto como ciudadano de derecho, entre otros. Trabajar en pro de la salud mental desde el modelo psicosocial implica, entonces, un esfuerzo por descentrarse de los diagnósticos clínicos que se limitan a nombrar las secuelas psicológicas ocasionadas por los eventos vivenciados por el sujeto. (Beristain, 2008)
Este acompañamiento consiste en sensibilizar a un grupo de personas hacia la comprensión de temas fundamentales a la hora de relacionarse en las diferentes dimensiones de la vida en sociedad. De acuerdo a las particularidades y necesidades del grupo, asimismo se determina la metodología de la intervención y los temas a trabajar. Generalmente se pueden abordar temas como: la comunicación asertiva, el trabajo en equipo, la salud sexual y reproductiva, proyecto de vida, consumo de SPA (Sustancias Psi-activas), duelo, género, resiliencia, autocuidado, autoestima, autoconocimiento, autocontrol, recursividad y toma de decisiones.
El equipo psicosocial del Programa Rumbo Joven, se ha articulado con las diferentes áreas de formación, como lo son los diplomados en proyecto formativo ocupacional (PFO) y competencias laborales enfocadas en servicio al cliente, ventas, mercadeo y logística. Esto ha permitido que las/los jóvenes sean percibidos y se sientan como potenciales trabajadores/es, con herramientas integrales que se movilizan desde el ser y el hacer. En este sentido, el impacto que tiene Rumbo Joven, no solamente moviliza a la/el joven como sujeta/o de derecho, sino también transforma sus dinámicas familiares, sociales y contexto comunitario, además, unos de los grandes logros del equipo Rumbo Joven ha sido la sensibilización empresarial, con relación a la ruptura de estigmas, prejuicios y demás situaciones que limitan las posibilidades de inclusión laboral.
Desde la experiencia recogida en el programa Rumbo Joven, la mayoría de las/los jóvenes llegan desplazados de diferentes territorios arropados por la violencia, ante esto, se ha podido generar procesos de resiliencia frente a lo que significa vivir un desplazamiento forzoso, además, en muchos de los procesos acompañados, se ha identificado violencias basadas en género, situaciones ante las que se ha requerido activar rutas de atención prioritarias, de igual manera, se han presentado situaciones que implican atender la salud mental, por lo cual se considera necesario ofrecer una atención en crisis y hacer direccionamiento a las diferentes entidades que atiendan la salud mental. De acuerdo a lo anterior, resulta importante mencionar un incremento de condiciones de salud mental adversa a raíz de diferentes fenómenos coyunturales como: la pandemia del covid-19, el estallido social en Colombia y la gran crisis migratoria interna. Dentro del contenido formativo ha sido necesario brindar información precisa sobre las rutas y su oportuna activación.
Cabe resaltar que se identifican diferentes fenómenos dentro de las características del grupo poblacional, como procesos migratorios, desplazamientos intra urbanos, desplazamiento causado por la violencia del conflicto armado en Colombia, entre otras situaciones problemáticas. Lo anterior, significa el reconocimiento de diferencias étnicas, lo que hace una multiculturalidad a la hora de relacionarse, e implica un encuentro de diferentes ideas, costumbres, creencias, mitos y formas de actuar; todo esto, permite aprendizajes en las diferentes dimensiones del ser. Asimismo, el equipo psicosocial resulta ser una guía para la mitigación del sufrimiento, malestar y duelos consecuencia de las diferentes pérdidas y situaciones particulares vividas por las/los jóvenes.
Teniendo en cuenta el contexto de empleabilidad de nuestro país y nuestra ciudad, las/los jóvenes se han enfrentado a diferentes barreras en el momento de encontrar ofertas laborales, dentro de estas barreras cabe resaltar que se presentan ofertas limitadas, falta de experiencia laboral, edad poblacional, falta de educación pública para la preparación técnica, tecnológica y profesional, madres cabeza de familia que carecen de red de apoyo familiar, condiciones de salud limitantes (antecedentes médicos crónicos, índice de masa corporal y embarazos) y ofertas predominantes para el género masculino, estas características se tienen en cuenta, dado que la mayoría de jóvenes que hacen parte del grupo poblacional de Rumbo Joven, son mujeres.
Todas estas barreras previamente mencionadas, han generado en algunas/os de las/los jóvenes frustración, lo cual se ha tenido que elaborar a través de un proceso de sensibilización; esta orientación busca aterrizar el proyecto de vida de cada joven, en conexión con sus metas a corto, mediano y largo plazo. De esta manera, la/el joven que no logra emplearse, se acompaña y se orienta en la búsqueda de otras alternativas de formación, emprendimiento, entre otras.
Para concluir, se puede determinar que la orientación psicosocial resulta ser una pieza fundamental para aquellas/os jóvenes que llegan al programa en búsqueda de oportunidades tanto de empleo como de formación. Esto se debe a que se ha logrado brindar un acompañamiento integral, en la que la/el joven pueda hacerse cargo de sus necesidades a través de un reconocimiento de sus propios recursos psicológicos, proyecciones y deseos. Por último, cabe resaltar que esta intervención está guiada bajo las necesidades y complejidades de cada sujeto, por ende, no existe un estándar a la hora de intervenir.
Referencia
Beristain, C (2008). Dialogo sobre la reparación. Experiencias en el sistema interamericano de derechos humanos. Tomo 2. San José, Costa Rica: Instituto Interamericado de Derechos Humanos.