Columna de opinión
Por: María del Rosario Carvajal
Directora Ejecutiva Unidad de Acción Vallecaucana
(UAV)
Son tiempos en los que escenarios de articulación y diálogo conjunto nos enriquecen de cara a enfrentar los desafíos generados por la pandemia de COVID-19, que agudizaron las problemáticas económicas y sociales que aquejan el país. En cuanto a las regiones, es innegable que no solo se hicieron más palpables las brechas, sino que las mismas se acentuaron.
Si bien el Valle del Cauca mejoró en el índice departamental de competitividad, ocupando la tercera posición, una mirada detenida sobre los componentes del desarrollo para el departamento, nos advierten la radical necesidad de concretar esfuerzos entre los sectores económicos, sociales, académicos y gubernamentales.
Es indudable el esfuerzo que las administraciones han realizado en pro de atender la pandemia en temas de salud y seguridad alimentaria; gracias a la capacidad de resiliencia del sector privado y de organizaciones y fundaciones empresariales, se ha venido trabajado mancomunadamente para enfrentar la crisis, en un importante ejercicio de articulación público-privado.
Lo anterior no ha limitado el respaldo del empresariado vallecaucano a procesos fundamentales para el fortalecimiento del liderazgo como la Escuela de Gobernanza, que coordina la Unidad de Acción Vallecaucana – UAV y desarrolla la Red de Universidades por el liderazgo, en la que participan las universidades Autónoma de Occidente, ICESI, Javeriana, San Buenaventura y Santiago de Cali. El año anterior se graduaron 69 líderes, 29 de ellos hicieron parte de la tercera cohorte y 40 se vincularon en una edición especial del programa para Buenaventura; por otra parte, otros 40 comenzaron su proceso de formación en la cuarta edición.
Conscientes de la responsabilidad para contribuir en la mitigación de los efectos de la pandemia e impulsar la reactivación económica y social del distrito, la UAV participó en diferentes campañas para entregar ayudas a los más necesitados como «Somos una sola fuerza», que lideró ProPacífico; «La solidaridad es la cura», adelantada por la Alcaldía de Santiago de Cali; e iniciativas como «#ColombiaArrancaSeguro» donada al país por la ANDI.
La UAV es una de las entidades que lideró la segunda etapa de la campaña «El Valle se cuida en la calle», impulsada por el movimiento de región Socios por el Valle, en el que convergen más de 20 entidades entre las que se encuentran ProPacífico, las fundaciones Alvaralice, Carvajal, Fanalca, entre otras entidades; que junto a líderes sociales y comunitarios, decidieron enviar una serie de mensajes a la ciudadanía, orientados al uso correcto del tapaboca, el cumplimiento de las medidas para el autocuidado, la importancia de superar los mitos alrededor de la vacuna y la sensibilización para vacunarse una vez llegue el momento.
La unión de esfuerzos de las entidades que conforman Socios por el Valle comenzó a mediados de 2020, logrando la articulación nacional, regional y municipal. Se realizaron 21 intervenciones en la capital caleña y tres en el Distrito de Buenaventura, entregando 17.425 tapabocas reutilizables, cinco mil de un solo uso, 4.110 botellas de alcohol, 790 afiches y 12 mil caritas pedagógicas.
En lo corrido de 2021 se ha desarrollado la tercera etapa de la campaña y se han distribuido 100 mil tapabocas, gracias a la donación de GILMÉDICA S.A. 48.500 fueron entregados a la Secretaría de Salud del Distrito de Cali y 51.500 se repartieron a través de 11 intervenciones en los barrios Andrés Sanín, Potrero Grande, Buitrera, Siloé, Altos de Normandía, Meléndez, Llano Verde y la zona centro. Además de la donación de tapabocas, GILMÉDICA S.A., entregó 500 termómetros que fueron canalizados a la Secretaría de Educación Departamental para la reactivación en alternancia de instituciones educativas oficiales.
Actualmente Socios por el Valle busca entregar otros 25 mil tapabocas en territorio con el concurso de la administración, el sector privado y los líderes sociales, conscientes de que la sensibilización y promoción de la cultura ciudadana son indispensables para continuar con la reactivación económica y social en el Valle del Cauca.