Por Juan Camilo Cock Misas
Director Ejecutivo Fundación Alvaralice
El 2021 fue un año de grandes retos para Colombia y en especial para la región del Valle del Cauca y su capital, Santiago de Cali. La pandemia del Covid-19 tuvo un gran impacto en vidas perdidas, pero también en condiciones sociales y económicas. La pobreza aumentó en forma dramática, muchos niños, niñas y jóvenes se retrasaron en sus estudios o se desvincularon de la educación, los problemas de salud mental se agudizaron a nivel mundial. Como si esto fuera poco, el 2021 será recordado en Cali y la región por el estallido social que se generó luego del paro nacional del 28 de abril. La ciudad se paralizó por varias semanas, se presentaron choques violentos y se afectó la infraestructura pública de la ciudad. Sin embargo, de esta manifestación social surgió también una respuesta rápida, ambiciosa y articulada de parte de la sociedad civil y el sector privado para atender algunas de las problemáticas sociales que se hicieron evidentes en este periodo.
La Fundación Alvaralice participó activamente de estas acciones, una de ellas fue la creación de “Compromiso Valle”, una iniciativa que implicó la articulación y esfuerzos de empresarios y organizaciones de la sociedad civil que puso al servicio de la ciudad los aprendizajes de años de trabajo en temas de civismo, generación de ingresos y reducción de violencia. Esto implicó la expansión de varios de los proyectos bandera de la Fundación, como Rumbo Joven, Abriendo Caminos y el Premio Cívico por una Ciudad Mejor. Esto nos permitió ingresar a nuevos territorios en Cali, Buenaventura y Palmira.
Por otro lado, continuamos apoyando las iniciativas con las que tenemos una larga historia de colaboración como son: el Tecnocentro Cultural Somos Pacífico, la Fundación Paz y Bien, Cali Cómo Vamos y el Instituto Nuestra Señora de la Asunción. Todas estas iniciativas cobraron un valor especial después la pandemia y del estallido social, pues su trabajo está centrado en atender la población en mayor condición de vulnerabilidad.
Nuestro trabajo en ámbitos virtuales también se ha consolidado. La plataforma Colomb!anas continuó con su expansión, llegando a más mujeres a nivel nacional e internacional y hemos facilitado y participado en redes como Peace in Our Cities y la Comunidad de Práctica de Iniciativas de Empleabilidad Juvenil. El 2021 puso de relieve no solo la necesidad sino la urgencia de atender la falta de oportunidades, las barreras de inclusión y la violencia si queremos lograr una sociedad más próspera y en paz. Cuando más se necesitó del trabajo de la Fundación ahí estuvimos y esperamos poder seguir contribuyendo hacia futuro a construir una mejor región.